miércoles, 13 de agosto de 2008

El Caballero Oscuro

El villano es el protagonista-antagonista de Batman: The Dark Knight.

Hoy se estrena Batman: The Dark Knight en España. La película viene precedida de unas grandes expectativas, debidas en parte a las fabulosas críticas que ha recibido, debidas en parte a la gigantesca campaña de promoción que la acompaña, y debidas tristemente a las extrañas circunstancias que han rodeado la muerte de Heath Ledger. No dejemos que estas circunstancias nos nublen la vista. Empezaré dando mi opinión: Me ha gustado tanto que voy a intentar ir al IMAX de Londres para verla otra vez. Me parece que como apuntan muchos otros críticos estamos ante algo más que una película de superhéroes, y ante algo más que un comic llevado al cine. También es cierto que no puedo sino sumarme al coro de los que alaban unanimemente la brillante interpretación de Ledger en el papel del villano: el Joker. Sin embargo, el reparto es tan equilibrado, las interpretaciones tan bien hiladas que sería injusto reducirlo todo al Joker.

Recapitulemos, Christoper Nolan ya hizo un excelente trabajo en Batman Begins, revitalizando así una franquicia que agonizaba. Una vez explicados los orígenes del héroe, la génesis, comienza el desarrollo del personaje y este debe cobrar profundidad, hondura. En el Caballero Oscuro, Nolan ha decidido dar profundidad a Batman en función de su diabólica némesis. La situación podría resumirse del siguiente modo: Bruce Wayne, Christian Bale, no desea seguir siendo Batman, y además sabe que mientras lo sea nunca podrá recuperar a Rachel, Maggie Gyllenhaal. Para cerrar el círculo Rachel es actualmente la novia del honesto y flamante fiscal del distrito Harvey Dent, Aaron Eckhart. Y en éste reside la esperanza de Bruce para poner orden en la ciudad de Gotham de forma que Batman no haga falta nunca más. Batman no desea que le necesiten, pero no puede acallar su conciencia y no hacer nada. De forma que Harvey Dent se convierte para Bruce Wayne en la doble esperanza de salvar Gotham y abandonar así a Batman para recuperar a Rachel.

Pero como dice Hamlet después de tanto meditar: he ahí el problema [1]. Pues como ya se intuía al final de Batman Begings entra en escena un invitado inesperado: el Joker. El Joker se define por su capacidad para obrar el mal de forma sádica, no le basta con destruir físicamente, busca la aniquilación moral y de la moralidad de sus víctimas. Busca que todos se tornen en mosntruos como él, busca el caos por el mero espectáculo de ver Roma en llamas. El Joker desprecia el dinero o el poder, el Joker busca el caos, esa fuerza destructora primigénea que le atrae como la luz atrae a las polillas. Si Batman vuelca su trauma de infancia sobre los malvados, del mismo modo el Joker vuelca su trauma de infancia sobre los inocentes, creando así una dualidad antagónica entre ambos protagonistas. Ahí reside la fuerza de la película. No es que Batman no sea interesante, la interpretación de Bale es buena, es que el Joker es como un agujero negro de maldad que se lo traga todo. Nolan nos hace creer realmente en la posibilidad de un hombre que se viste de murciélago para impartir justicia, y en la posibilidad de uno que se viste de payaso para sembrar el caos, en una especie de broma cósmica que tiene como rehenes a los ciudadanos de Gotham.

No podría seguir adelante sin destrozar cosas que preferiría que descubrieseis por vosotros mismos, y como me niego a eso, pasaré a comentar otros aspectos. En primer lugar las dos horas y media de película no se hacen pesadas. En mi opinión y con muy buen criterio el director se ha tomado el tiempo que necesita para contar la historia y llevarla a buen puerto, y esto es así porque se ha molestado en escribir un guión soberbio y equilibrado entre la acción y el diálogo. Algunos críticos no están de acuerdo con esta afirmación, pero esta es mi opinión. En segundo lugar, me da igual si le dan el Oscar póstumo a Heath Ledger o no. Su interpretación es su legado más allá de la rifa politicamente correcta y politicamente parcial de los Oscar. Sin embargo, no deja de ser un tanto turbador constatar que de aquí a unos años será recordado por este papel, y a mi personalmente me gustaría ser recordado por algo un poco más agradable.

Debo mencionar al reparto al completo de la película. Michael Caine, Alfred, y Morgan Freeman, Lucius Fox, aportan su solida presencia a la película, y como ya hicieran anteriormente en Batman Begins. Son los mentores y guardianes de Bruce Wayne, para evitar que este entre en una espiral de justificaciones en la que todo es válido si sirve a su propósito, recordándole quien es y haciendo de brújula moral en el océano del mal [1]. Aaron Eckhart es un actor que me encanta, y en esta ocasión borda el papel de un hombre honesto que acostumbrado a "forjar su propia suerte" se enfrenta a un mal que le sobrepasa, cuando la suerte ya no se forja a su gusto se torna en un juguete del destino (I am a fortune's fool [2]). Por último Maggie Gyllenhaal es la acertada sustituta de la insoportable Katie Holmes, aquí coincido con todos los críticos, a Katie que la aguante su señor Tom Cruise. No olvidemos a Gary Oldman en el papel de Gordon, un papel que le viene como anillo al dedo. Por cierto, id a verla en V.O. disfrutaréis mejor de la interpretación de Ledger.

Seguro que Valentino Rossi se muere por probar este capricho tecnológico.

Antes de acabar, un detalle que conviene no olvidar, y que ya comentamos en la crítica de Iron Man, es la presencia de la tecnología en estas películas la que contribuye a hacer plausibles a los personajes, porque dejan de tener superpoderes paranormales y se convierten en seres humanos. Batman está muy bien pertrechado por Lucius Fox como podréis comprobar.

Por reparto, por guión, por espectacularidad,... debería ser una de las favoritas a los Oscar, elevando así la categoría de las películas basadas en comics a lo más alto.

BATMAN, EL CABALLERO OSCURO (Estados Unidos, 2008). Director: Christopher Nolan. Guión: Jonathan y Christopher Nolan. Protagonistas: Christian Bale, Heath Ledger, Aaron Eckhart, Maggie Gyllenhaal, Gary Oldman, Michael Caine, y Morgan Freeman. Música: Hans Zimmer y John Newton Howard. Fotografía: Wally Pfister. Calificación: Imprescindible, shakesperiana (10/10).




[1] William Shakespeare. Hamlet. Acto III, Escena I.
[2] William Shakespeare.
Romeo y Julieta.

2 comentarios:

Rodrigo Garcia Carmona dijo...

Esta película es sencillamente genial.

La escena del preso ("lo que deberías haber hecho hace 10 minutos") es, para mí, de las mejores de la historia del cine.

No sé si es mi película favorita, pero entra directamente en mi top 3.

Por cierto, yo también la vi en versión original, aunque he de decir que la genial interpretación del Joker es más gestual que de modulación de voz.

Anónimo dijo...

La película es magnífica. Estoy deseando verla otra vez y si me atrevo te haré caso y la veré en versión original. Añadida al saco de las magníficas como V de Vendetta, 300 y mas... Un abrazo!!!