miércoles, 21 de mayo de 2008

Sillas Ergonómicas y Bicicletas sin Sillín

He aquí el objeto de deseo.

Paseaba yo tranquilamente por Oxford Street cuando de repente comencé a ver escaparates peculiares. Francamente peculiares... alguien había decidido publicitar la moda de verano subiendo a sus maniquíes a toda clase de vehículos imposibles inventados para la ocasión. Hasta ahí ningún problema aparte de la desbordante imaginación de nuestro amigo publicista. Y es entonces cuando uno de esos inventos "peculiares" llamó mi "perturbada" atención. ¿No es obvio? ¿No es suficientemente "freudiano"? No, no es un columpio de parque infantil. No, no soy un malpensado, en todo caso una mente creativa incomprendida. ¿Qué se puede esperar de una ciudad con un edificio al que todo el mundo llama "el pepino" o "la berenjena"? Pues eso, mejor que lo enuncie Freud que yo lo tengo muy claro.
"El pepino", "la berenjena", el trauma inconfesable.

Naturalmente acudió a mi memoria uno de los míticos sketches de Martes y Trece. Sí, ya sabéis cual... ese de las bicicletas sin sillín que os adjunto por obra y gracia del omnipotente YouTube ;) Y sí, la entrada de hoy es breve. La hoja de reclamaciones en la sección de comentarios...

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