jueves, 31 de enero de 2008

San Juan Bosco


Quise crear esta entrada el día 31 de enero. Así mismo me hubiera gustado ir a misa a una parroquia de salesianos en Londres ese mismo día, sin embargo ellos están en la otra punta de la ciudad, y yo no estoy en Londres de vacaciones francamente. Hecho el inevitable comentario inicial comencemos... hoy he hecho voto de no recurrir a la omnipresente Wikipedia, hoy recurriré a mis recuerdos, que nos son pocos después de mas de doce años como alumno en un colegio salesiano de cuyo nombre no quiero acodarme...

Alla en los comienzos del siglo XIX nació un mozo muy peculiar a cuya inquietud le debo mucho: Juan Bosco. De familia humilde, Juan Bosco tuvo que hacer un doble esfuerzo para poder estudiar, primero era pobre, segundo era incomprendido, al fin y al cabo "estudiar ¿para qué? no había ya bastante trabajo en el campo para perder el tiempo en estupideces". Afortunadamente su madre, mamá Margarita, ese ángel afectuoso que conocía los anhelos de su corazón velaba por él, segura de que Dios alumbraría su camino. ¡Y vaya si lo alumbró!, Juan Bosco es famoso entre otras cosas por sus sueños* los cuales le marcaron hondamente y le encaminaron siempre bajo la guía de María Auxiliadora. A los nueves años tuvo el primer sueño y el más determinante, pues marcaría toda su vida y definiría su vocación: "Ser un sacerdote para los jovenes".

No es mi propósito hacer una minibiografía**, pero si reseñar algunos aspectos que recuerdo a bote pronto de la vida de este gran santo. Después de trabajar en los más variados oficios para costear sus estudios y pasar por el seminario ya era sacerdote. Un rasgo curioso era su talento para escribir, y apredió a sacrificar el estilo para darse a entender mejor como cuenta en sus memorias; en una de sus primeras homilias, después de haber quedado muy satisfecho con su discursito le pregunto al parroco su opinión y este le respondió que sí, que una homilia muy bonita... pero que se habían enterado dos. El parroco y él. Lección aprendida y orgullo escarnecido. Más adelante en su vida y ante la falta de materiales educativos, el mismo se dedicaría a elaborar sus propios libros de texto en una diversidad de campos abrumadora.

Ya estaba preparado para comenzar su misión. Ahora le hacían falta los jóvenes, y estos estaban en Turín, atraidos desde el campo por la revolución industrial y la necesidad de sobrevivir. Para sobrevivir necesitarían una profesión, y por eso Don Bosco fue pionero de la formación profesional y de las negociaciones de los contratos de sus muchachos con los patrones. Por eso es patrón de los sindicatos, que sinceramente ya podían aprender honradez de él. Educó, visitó las carceles, luchó y congregó junto a sí a un grupo de sacerdotes y antiguos alumnos con sus mismas inquietudes: los Salesianos, en honor de San Francisco de Sales. Y junto a él desde el principio mamá Margarita, que pasó a ser madre de sus jóvenes.

Naturalmente sus coétaneos le tomarón por loco e intentaron acabar con él físicamente en ocasiones. También encontró benefactores gente honrada que comprendió su esfuerzo. Trabajador incansable llegó a obtener dispensa de las oraciones obligatorias del sacerdote, porque los días no tenían más horas para él, y porque toda su vida era oración. Quebrantó su salud a base de trabajo y más trabajo y ardió como una luz que se consume haciendo lo que debe: iluminar.

En uno de sus sueños concibió la vocación misionera de su nueva congregación, y así bajo su influencia partieron los primeros misioneros Salesianos a llevar su mensaje y su ayuda a los distintos lugares donde hicieran falta. Y con gran éxito, hoy día los Salesianos tienen colegios y universidades por todo el mundo, y en los países en vías de desarrollo constituyen una fuente de educación y esperanza para miles de jóvenes sin oportunidades.

Finalemente el 31 de enero de 1888 "murió" para nacer a la Vida, para ir al encuentro de María Auxiliadora a cuya devoción siempre atribuyo todos sus éxitos porque "Ella lo ha hecho todo".

Si de entre todos los salesianos que he conocido hay alguno que merece ser llamado salesiano ese es don Celestino, verdadero ejemplo de trabajo duro, humildad, dedicación y voto de pobreza. Mi recuerdo y mi aprecio desde estas líneas, el me enseñó a ser un buen estudiante (aunque luego me haya echado a perder...).

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* Algunos "salesianos muy modernos", "muy progres" pretenden que en realidad Don Bosco era un "egomaníaco con delirios de grandeza", y he citado literalmente; incapaces como son de entender la Gracia de Dios, don que no se puede interpretar según la gráfica evolutiva del precio de las lentejas, han renegado de todo lo espiritual y centrados en la desolación de lo material llevan a la ruina a los jóvenes de los que deberían cuidar y a la congregación a la que nunca debieron haber entrado. Se os pedirán cuentas, lo de la piedra de molino iba por vosotros.

** La vida de Don Bosco da para varios tomos... y más para una serie de TV que para una película. Lo mejor de la última la excelente caracterización de Juan Bosco, el que quiera saber algo de verdad lo mejor es que se busque una biografía facilita, las de Teresio Bosco están bien para empezar, las "Memorias del Oratorio" que escribió en propio Don Bosco son para nível maestro Jedi. Una forma fácil de conocer a Don Bosco, como a cualquier otro santo, es tirar de anecdotario y en este caso es largo, tierno y divertido.

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