viernes, 21 de marzo de 2008

The Tudors


Hace varios meses tu ve la oportunidad de ver en V.O., y por aquello de practicar el inglés, una serie llamada "The Tudors" y llevaba un tiempo planteándome hacer una reseña con mis impresiones acerca de la misma. Puede parecer un tema extraño para escribir hoy Viernes Santo (Good Friday), pero me he acordado de un buen amigo llamado Tomás Moro, que casualmente es originario de aquí. Esto se debe en parte a la reciente muerte de Paul Scofield (wikilink), el actor que lo encarnó en la película A Man For All Seasons, Un Hombre Para la Eternidad en su mediocre traducción al castellano. Entonces haciendo uso de mi maldita memoria asociativa me ha dado por ahí. Sí, podía haber comentado la película... pero es que esa ya la vi en España, y esto es un Blog en el exilio... ja ja ja.

Tomás Moro.

Comencemos. The Tudors es una serie que se centra en la desenfrenada vida de Enrique VIII. La serie tiene sus puntos fuertes y sus puntos débiles. Por una cuestión de marketing, probablemente, la serie tiene una carga sexual excesiva, rayando lo cargante en mi opinión. Es más hay momentos en que ya resulta francamente desagradable. Comprendo que no hay muchas formas de contar la historia de una real bragueta tan poco continente si se pretende hacer una serie... pero la explicitud del rey y de buena parte de la corte carece de interés para el hilo argumental, que por lo demás no está mal trabado y podría prescindir de ciertos excesos. Para muestra somera de lo que digo baste con el cartel promocional, parece un mostrador de fruta... Comprendo que de una serie que dice de si misma ser tan violenta como Roma y tener más sexo, no podíamos esperar otra cosa. Sin embargo, la serie consigue mantener el interés del espectador. Al menos durante la primera temporada al final de la cual todavía ni se ha divorciado... porque hay que aderezarlo todo con intrigas cortesanas, tratados internacionales de paz, guerras, epidemias... a este paso necesitarán muchas temporadas para contar toda la historia, o mucho sexo para rellenar metraje intrascendente. Los guionistas decidieron también en un alarde de independencia y buen gusto no podían privarse de las consabidas referencias a los consabidos lobbies.
El tirano-sátiro y sus alegres cortesanas, ellas nunca dicen no.

El casting está algo desnivelado empezando por el rey. Tenemos a Jonathan Rhys-Meyers en el papel de Enrique VIII. Una elección nefasta en mi opinión. Da la sensación de un adolescente metrosexual, hipersexual, iracundo y caprichoso; no la de un tirano. Puede que en Match Point hiciese un buen trabajo, y puede incluso que sea un modelo rentable para Hugo Boss, pero Enrique VIII le queda grande. Aún no he visto "The Other Boleyn Girl" y me atrevo a decir que la sola figura de Eric Bana encarna mil veces mejor al tirano, a pesar de que ya sé que la historicidad de esta película no es fiel a los hechos. De hecho es como comparar "a Hiperión con un sátiro" que diría Hamlet. Pasando a otros personajes, Sam Neil, sin embargo, borda el papel del corrupto y ambicioso cardenal Wolsey, aunque evidentemente no es Orson Welles. Sigamos, a Jeremy Northam le cae la responsabilidad, nada fácil por otra parte, de interpretar a Tomás Moro, lo hace con solvencia y destellos ocasionales, aunque limitado por un guión que no exprime lo mejor del personaje. En mi opinión no le retrata tanto como el gran pensador y político que fue, y lo considera más bien un fanático religioso de buen corazón. Al menos queda clara una cosa, era una de las pocas personas decentes en medio de un océano de seres deplorables. Me sorprendió el hecho de que uno de esos pocos seres decentes sea Catalina de Aragón, la serie la retrata como una devota, pero en líneas generales una buena reina. Por último, Natalie Dormer no me convence como Ana Bolena. El resto del reparto cumple más o menos con discrección, excepto cuando los supuestos "españoles" hablan en "español"... que destrozo más terrible para los oídos. Habiendo gastado tanto en trajes, rodar escenas en exteriores, y figurantes no podían gastar dos duros en un becario español que casualmente pasara por allí y les enseñase a balbucear al menos.
El tirano de verdad de la buena: Enrique VIII.

Me despido con una anécdota. paseando por una librería me topé con un librito divulgativo sobre los reyes y reinas de Inglaterra. La descripción de Enrique VIII era de todo menos una elegía. Entonces uno se pregunta, si sois capaces de esa autocrítica ¿no creeis que la Iglesia de Inglaterra nació de una decisión equivocada para satisfacer los caprichos de un tirano? ¿no va siendo hora de plantearse una reunificación? Porque habrá mucho católico progresista al que no le guste Benedicto, pero a ver quien es el guapo que le gusta el príncipe Carlos de cabeza de la Iglesia de Inglaterra, y a éste si que no lo comparo con Eric Bana... Por otro lado, la anécdota del librito me llevó a preguntarme ¿por qué ya no se aprenden los reyes godos? ¿es qué acaso no existieron?

Nota: Hoy he ido otra vez a misa a Saint James, Spanish Place, y como siempre un acierto. Además tienen un coro impresionante y sales de misa habiendo hecho ejercicio, porque aquí durante la Oración Universal te arrodillas para cada petición y después te levantas.

3 comentarios:

Rodrigo Garcia Carmona dijo...

Buff, pues si dices que tiene más sexo que Roma... No me gustó nada esa serie (el piloto al menos, que fue lo que vi) por la cantidad tan grande de sexo innecesario que contenía.

Y ya aprovecho el comentario para decirte que lo de los Reyes Godos es una pena. Los españoles es que nos vendemos fatal, porque la historia de esos reyes son nuestros mitos artúricos particulares, y están casi al nivel de los susodichos.

Que pena que no tuviéramos una Leonor de Aquitania para recordarnos lo que molan nuestros reyes de la antigüedad.

Sir Lamorak de Gales dijo...

Matizo, "dicen los productores", no llega al nivel de Roma. Pero no es necesario llegar a ese nivel. De todas formas parace que sólo son capaces de retratar un momento histórico a través del mismo limitado conjunto de recursos con escaso espacio para la imaginación...

A veces parecería un documental de la dos al mediodía donde se dedican a espiar la vida de los animalitos... siempre haciendo lo mismo, ay. Es que el hombre a veces es un voyeur por naturaleza...

Y si, molaría hacer una película épica española, por ejemplo de las Navas de Tolosa. Bien hecha, lo cual es incompatible con la "Kultura" subvencionada...

Carlos dijo...

Mola el cartel promocional. Parece que el muchachote va a decir: " ¡Peras, melones! ¡Qué me los quitan de las manos, oigan!" xD

La verdad es que la serie tiene buena pinta, aunque he oído que Roma está mejor, y no la he visto...